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El permitido

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  El placer de los puntos suspensivos es que hacen cosquillas en la imaginación. Pero, dependiendo de quién vengan… Pueden sonar a suspiro... respiración en el cuello o en  la imaginación.   El permitido   Sábado. Día de permitidos. Día de placeres mundanos, de grandes banquetes y salidas. Día en que suelen estar admitidas aquellas comidas que nos tientan, que deseamos y que, según algunos especialistas, es fundamental que las personas no se priven de lo que les gusta. Generalmente, quienes eligen el camino del permitido, esperan ansiosos la llegada de ese momento para darse una panzada o un atracón (dependiendo de cómo se mire) de aquello que se privaron durante un tiempo. Me pregunto si es positivo tener un día de permitidos a la semana y hasta qué punto. ¿Cuándo un permitido deja de convertirse en tal? ¿El permitido es legal, autorizado, consentido y legítimo? Si se lo piensa en términos de placer, ¿quién o qué sería un permitido?  Más allá del tipo de permitido, l

No te enamores de un colibrí

  Si no cometiéramos errores No habría nada que aprender. Si no tuviéramos temores, Nada quedaría por trascender. Si fuéramos seres perfectos, acá nada tendríamos que hacer. Si no existieran los opuestos, La vida no tendría razón de ser.   Arnau De Tera       No te enamores de un colibrí El colibrí, también conocido como picaflor, es un ave muy pequeña, de colores variados y muy vívidos que se alimenta del néctar de las flores y de algunos insectos. Suele ser observado, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en jardines, parques, bosques serranos y reservas naturales, pero es muy escurridizo y se deja ver sólo por algunos pocos. — A mi colibrí le hace falta color— dije una vez en voz alta cuando estaba reunida con amigos mientras charlábamos sobre el pequeño pájaro con bordes negros que surcaba mi cuello. Darío, cazó al vuelo mi comentario y, mirándome a los ojos dijo “No lo necesitás porque tus palabras son de colores...” Los puntos suspensivos quedaron en

Un paseo...

    Nos volvemos adictos a quien nos hace el amor entre letras y sabe cómo tocar nuestra imaginación   Un paseo por la geografía de mi cuerpo Puedo tener un alma sumisa, pero eso es sólo una parte de mí, o la parte que quiero que veas. Me muestro sumisa pero no soy una mujer fácil y sólo puedo pertenecer a alguien que sepa seducirme e imponerse con la mirada. Esa noche cariño, debo confesarte que elegí ser esclava de tu piel y le hiciste saber a mi cuerpo quién llevaba las riendas de mis orgasmos; pero, para que ese camino allanado pueda ser recorrido, un día tejí con palabras el trayecto que tenías que hacer antes de atravesar-me. La noche en que nos vimos, te pedí al oído que uses el mapa que te había dado y, como buen explorador de un terreno desconocido, comenzaste a trazar con tus besos y caricias, cada punto de mi cuerpo mientras estaba boca arriba. Primero fuiste por el pájaro diminuto, de plumajes brillantes que suele llamarse colibrí. Tus labios le dieron los bes

El amor siempre se conjuga en presente

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  Miro el texto, te busco entre las sombras... Cierro los ojos, suspiro y comienzas a aparecer   El amor siempre se conjunta en presente Hoy, en la oscuridad de mi habitación, cierro los ojos, realizo tres respiraciones bien profundas, te nombro en silencio. Imagino tu mirada y comenzás a aparecer. Con el recuerdo a flor de piel de esa noche desenfrenada,   siento cómo tus manos comienzan a recorrer mi cuerpo. Primero lentamente y luego con pasión. Recuerdo que la noche y el lugar fueron cómplices de ese deseo que envolvió nuestros cuerpos   mientras que en el brillo de tus ojos me observé y pude verme reflejada   como se refleja la luna en una noche iluminada. Tus ojos, desnudaron poco a poco mi alma, tus besos me sedujeron y con cada caricia,   mi voluntad quedó expuesta. Tu respiración se sintió agitada y embriagados por la pasión   nos dejamos llevar por los latidos del corazón y el deseo. Lo más importante de ese encuentro no fue llegar al