El amor siempre se conjuga en presente

 

Miro el texto, te busco entre las sombras...
Cierro los ojos, suspiro y comienzas a aparecer

 

El amor siempre se conjunta en presente

Hoy, en la oscuridad de mi habitación, cierro los ojos,

realizo tres respiraciones bien profundas,

te nombro en silencio.

Imagino tu mirada y comenzás a aparecer.

Con el recuerdo a flor de piel de esa noche desenfrenada,

 siento cómo tus manos comienzan a recorrer mi cuerpo.

Primero lentamente y luego con pasión.

Recuerdo que la noche y el lugar fueron cómplices

de ese deseo que envolvió nuestros cuerpos

 mientras que en el brillo de tus ojos me observé

y pude verme reflejada  como se refleja la luna en una noche iluminada.

Tus ojos, desnudaron poco a poco mi alma,

tus besos me sedujeron y con cada caricia,

 mi voluntad quedó expuesta.

Tu respiración se sintió agitada y embriagados por la pasión

 nos dejamos llevar por los latidos del corazón y el deseo.

Lo más importante de ese encuentro

no fue llegar al clímax o momento de éxtasis,

 sino mirarse y experimentar con placer.

A todo o nada.

El tiempo no importaba. Estaba detenido.

Sólo vos y yo, tu sexo y el mío, fueron los protagonistas de la noche.

Me entregué a tus oscuros pensamientos

y tu poder viril me doblegó transformándome de ángel a demonio.

Encendiste mi piel, cariño, y mi entrega hacia vos, fue mi libertad.

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